Cinco hechizos, cinco escritoras
"Hechizo para purgar lo no dicho"
Alejandra Tello
En
la primera luna menguante de agosto se debe poner un litro de agua en el
caldero. Cuando llegue al punto de ebullición, agregar un puño de tierra de la
tumba de una suicida. Después de cinco minutos, colocar una piedra de río que
quepa en la garganta (cada una necesita un tamaño distinto, dependiendo de la
cantidad de palabras guardadas). Luego, vaciar un frasco de lágrimas no
derramadas, diluidas en lluvia de abril. Por último, añadir tres cucharadas
soperas de aceite de ricino. Mezclar todo a fuego alto durante dos horas y
dejar enfriar.
Servir una copa y, sosteniéndola con ambas manos, decir en voz alta las siguientes palabras:
Tierra del silencio que sepultaste su voz ahogada,
palabras de piedras detenidas, congeladas en la
garganta,
sal calcificada de llantos secos que me dejaron sin
habla,
liberen mi cuerpo revuelto, cansado de tanta carga.
Beber
hasta la última gota.
Se
ha sabido de casos donde la paciente vomita por días consecutivos. Tampoco
deberán extrañarse si encuentran entre lo devuelto: trozos de cartas,
fragmentos de fotografías, canciones olvidadas, gritos, susurros, malas
intenciones, buenas intenciones equivocadas y alguna que otra mirada.
"Hechizo para la protección de las amigas en el camino"
Bárbara Santana
Este
hechizo sirve para que podamos estar tranquilas cuando nos despedimos de una
amiga, para que estemos seguras de que va a llegar con bien a su destino y que
no sufrirá ningún percance en el trayecto. Así, no será necesario mandarle un
mensaje que pregunte “¿Llegaste bien?”, porque siempre, siempre, siempre
llegarán bien todas nuestras amigas.
Materiales:
- Un vaso de agua
- Memoria para acordarse del rezo o
tenerlo apuntado en una hojita pegada en la puerta (de preferencia por el
lado de adentro).
- Una amiga que deba regresar a casa.
Procedimiento:
1. Al
despedirse, las amigas sostienen juntas un vaso de agua y dicen:
Agüita que todo lo ves,
agüita que todo lo cuidas,
agüita que todo lo creces
y que llenas nuestras vidas:
Que mi amiga llegue bien,
sin retraso en su camino,
que nada le haga mal
y llegue pronto a su destino.
2. Después,
las amigas se dan un abrazo y la que se queda debe cuidar que el agua no se la
beba nadie, que no se pierda o se evapore, que el vaso no se rompa.
3. Si
el agua se conserva bien en lo que dure el trayecto de la que se va, el camino
estará protegido y nada podrá hacerle daño.
"Hechizo de la abuela"
Cristina Isabel Ramírez
En un espacio limpio, puede ser tu recámara, la cocina o
donde te sientas cómoda, vas a barrer con una escoba especial para este hechizo
—recuerda siempre hacerlo hacia afuera, hacia las puertas,
nunca hacia adentro—, luego, trapearás con canela.*
Vas a extender
una cobija en el suelo, es necesario dejar abiertas las ventanas y muy
importante: debes estar sola.
Para realizar
este hechizo es muy necesario tener al menos una gata o un gato —no importa el color—.
La hora para
llevar a cabo este ritual será la hora en que la abuela haya partido. Te
recuerdo que esta abuela puede ser familiar o no, el objetivo es que
esta mujer haya representado algo muy especial en tu vida.
Tu cabello tiene
que estar suelto, limpio y lavado con agüita de hojas de romero. Puedes vestir
ropa blanca o morada, procura estar descalza y cómoda. Recomiendo música de
caracoles prehispánicos para acompañarte.
Cuando tengas
todo esto listo, vas a prender tres velas de citronela y una de lavanda. Las
velas de citronela deberán ser colocadas en triángulo y en medio la vela de
lavanda.
Ahora sí, cierra
los ojos. Intenta ir a esos momentos especiales entre tu abuela y tú.
Imagina su olor o el olor que desprendía su cocina cuando
cocinaba algo para ti o cuando calentaba el café de la mañana. Imagina sus
manos, su mirada y como estaría vestida en ese momento.
Cuéntale cómo
estás, cuéntale tu dolor, tus tristezas, tus logros, miedos, alegrías, tus
deseos. Siente como empieza a entrar ese aire especial por tu ventana,
acurrúcate con tu gata mientras sientes como tu abuela trenza tu cabello.
Haz esto cada vez que tengas la necesidad de inspirarte, de sentir que no estás sola en tu lucha o cada vez que se enfríe tu alma.
*Para hacer el agua de canela y trapear, elige tres palitos
de canela y ve rompiéndolos a la vez que los pones en el agua hirviendo. No lo
hagas con canela en polvo. En caso de no tener canela entera, puedes usar un
poco de vinagre con limón.
"Hechizo de Luna"
Yvonne Yolotzin Hernández Hurtado
Luna de plata, luna
de hielo.
Ilumina mi mente y mi
sendero.
Arroja tu manto sobre
mis sueños
y libra el camino de
enredos.
Es un hechizo que se debe de hacer antes de dormir, para conjurar buena fortuna a la luna. Así, no sólo vela tu noche, sino que también te aporta de energía y buena vibra. Se necesita colocar una piedra blanca debajo de la almohada mientras se dicen estas palabras. Al amanecer, se coloca la piedra blanca en un vaso con agua para que se limpie de las energías negativas que absorbió.
Este hechizo tiene mayor potencia en los días de luna
llena.
"Ritual
para que vuelvan los desaparecidos"
Diana
Hernández
Además
de gritar el nombre de la persona en un cuerpo de agua, también se puede usar
el siguiente ritual.
Es
necesario prepararse antes de realizarlo para que funcione con mayor
efectividad. Deberás lavar y enjuagar tu cabello con agua de romero, lavanda y
vinagre, esto ayudará a aclarar tu pensamiento para que puedas concentrarte
mejor. Luego lo secarás y trenzarás, cuidando que no quede muy apretado. Usa
ropa suelta con la que estés cómoda, de preferencia de colores claros.
Busca
un lugar tranquilo, si estás en el exterior es recomendable que esté cerca de
un cuerpo de agua, si no lo hay será suficiente un recipiente con agua dejada
al sereno desde la noche anterior. El ritual se realizará alrededor de la media
noche. También puede hacerse en algún lugar donde hayas estado con la persona
que buscas.
Necesitarás:
·
Una foto o una prenda de la persona que
buscas.
·
Un ramito de nomeolvides.
·
Un poco de tu perfume, con el que los
demás te identifiquen.
·
Un listón de color amarillo.
·
Una vela blanca y una amarilla.
·
Sal gruesa de mar.
·
Un recipiente color blanco, de cerámica.
Antes
de comenzar relájate y respira profundo tres veces.
Luego,
coloca la sal en el recipiente blanco y agrega unas gotas de tu perfume, con el
listón atas las flores junto con la foto o la prenda y las colocas encima de la
sal.
Pon
la vela amarilla a tu derecha, junto al plato, y la blanca a tu izquierda.
Mientras
las enciendes, concéntrate en la persona que buscas; en su voz, en su risa, en
sus facciones, en toda ella y repite tres veces:
Que este aroma y esta luz te guíen de nuevo conmigo.
Que si algo o alguien te retiene, te libere y espere
su castigo.
Que si estás confundida, encuentres de nuevo tu
camino.
Vuelve a mí (aquí dirás el nombre), vuelve a mí,
vuelve a mí.
Repítelo
durante tres noches seguidas, no apagues las velas, si es necesario renuévalas
al igual que las flores y el perfume.
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